domingo, 4 de octubre de 2009

Los invitados que fueron a la juntada en Eduardo III

Hola gente. Estuvimos reunidos en lo de Eduardo III. El lugar resultó muy grato. No sufrimos a multitudes bulliciosas atragantándose con reggaetón o acunando a mocosos chillones; tampoco tuvimos que digerir a María Marta Serralima o al Puma Rodriguez. Un gran avance. El lugar resultó tranquilo, sin estridencias, con un café y una copa helada siempre a mano y, cosa extraña, con una pequeña biblioteca amurada en una esquina y una colección de libritos que vendían a un peso con cincuenta en la caja. Un lujo. La reunión empezó con nosotros cuatro, los que fuimos:Analis, Emilio, Guille y Javier, pero después se fueron sumando otros compañeros. El primero que llegó fue un amigo de Emilio. Al principio todo bien, parecía normal, pero cuando todos nos pedimos un helado el sacó un librito de la mochila y se lo empezó a comer; después, cuando todos nos quedamos mirándolo con cara de póquer, el loco nos contó que desde hacía un tiempo se había vuelto bibliófogo, es decir, comía libros, acompañado con salsas, picantes y aderezos, pero libros al fin. Nos contó su historia, se desojó, mientras se manducaba una versión recién traducida de La Biblia. Pero Guillermo también fue acompañado de una sobrina, o una primita lejana. La piba era un poco rara, se la pasó toda la tarde en un rincón saboreando un helado y conversando con su abuela que, según nos contó Guille, se había muerto hacía más de un año. Javier también fue con un niño, un pariente lejano que se muere y se vuelve a morir de otra manera cada vez que nos juntamos. El pibe no entendió un carajo de todo lo que hablamos porque solo hablaba hebreo; igual creemos que la pasó bien tocando el violín junto a la mesa durante toda la tarde. Y ya sobre fin Analis nos presentó a una amiga recién llegada del Norte que tenía más problemas que Jaque. Era muy simpática, panadera ella; nos llevó unas facturitas de copetín que resultaron ser deliciosas. La piba no paró de hablar de su vida, de sus amantes, de sus amigos de su familia, de sus quilombos. En fin, la verdad es que la pasamos muy bien, y seguimos con la idea de juntarnos en un par de semanas en el mismo lugar. Les invitamos a sumarse, y también a traer a sus amigos, aunque sean medios extraños (neuróticos, salvajes, sonámbulos, inmorales o ingenuos, entre otras manías) igual serán bienvenidos… Abrazo, les avisamos.

EL CONTORNO DEL OJO. Un inédito de Bolaños

Les dejo una joya: un cuento inédito de Bolaños. Que lo disfruten.