sábado, 27 de junio de 2009

La Puerta (Vanesa Funes)

La mirada fija en el marco de una puerta, recta la dirección del ojo hacia fuera y, de rebote, el sentido oblicuo de la mente penetrando desde el iris hacia adentro. La mirada firme que indaga; otra mirada esquiva que huye. Ambas se deslizan paralelas hacia arriba resbalando sus rutinas de madera, de pintura carcomida y desgastada. Hasta que al fin coinciden sobre el borde de una esquina y juntas se arrastran, serpentean, reptan y se evaden en el juego ocular de la vital pesquisa. Y así, a los pies del alba, durante la penumbra indecisa de un lecho, se descubren, se penetran cómplices y confundidas durante el corvo devenir de los minutos en fuga.

Una y otra vez las dos miradas que se buscan, se encuentran, se repelen y se pierden sobre el marco de la puerta cerrada; cerrada porque sí, porque no pueden, ni quieren abrirla, porque intuyen detrás de esa puerta la mancha blanca de la nada, el agujero negro del abismo donde el grito de lo humano se evapora, se esfuma, se pierde entre los goznes siderales del universo.

Esto es todo. La agonía sempiterna de los seres que fluyen, que avanzan, que siguen su curso; seres que viven para morir sus horas y seguirán viviendo o muriendo, muriendo y viviendo hasta que un día cualquiera, al desliz de sus miradas, en un vértice redondo y diminuto, los ataje la muerte con su cara de nada, con su brillo de espectro y se vayan del mundo sin saber para qué vinieron ni por qué vivieron.

12 comentarios:

Silvio dijo...

Bueno, acabo de entrar y le he dado una lectura rápida al texto de Vanesa. Lo primero que se me ocurre, según lo charlado la otra vez, es que este texto tiene más características de relato narrativo que los que vimos en el taller, a pesar de que, a mi parecer, aun le falta una vuelta de tuerca para poder pensar que es un cuento. Si bien el lenguaje es bien lírico hay algo sugerido de una historia.
Lo leeré otras veces y seguiré comentanto.
Saludos.
Silvio

Los del Fondo, colectivo de escritores dijo...

Estoy de acuerdo con Silvio. Creo que el texto se encuentra entre los márgenes de la prosa y la poesía. Tiene una fugacidad y abstracción que lo hace tan efímero y subjetivo como un poema pero, por otro lado, tiene una cierta estructura narrativa y forma que lo acercan al campo de la prosa. Al igual que el texto de Geo, requiere de dos o más lecturas para captar el relato. Yo creo que son válidas las construcciones híbridas. Igual después me gustaría hacer algunos comentarios desde un enfoque narrativo. Abrazo y participen, que armar estas cositas lleva su tiempo :)

Javier

Los del Fondo, colectivo de escritores dijo...

Creo que el texto de vanesa es una expresión lìrica hecha a partir de una anecdota minima, y que no tiene pretensiones de cuento. Puede pulirse pero creo que alcanza a cerrarse en sí mismo, no con un desenlace narrativo sino con una valoración emocional. Es verdad que estás hibridaciones son delicadas: hay partes que no sé si deban interpretarse metafóricamente o no.

Los del Fondo, colectivo de escritores dijo...

El tercer comentario es mío. Pablo

Natu dijo...

Me gusta que tenga mucho lenguaje lírico y, como dijeron, tuve que leerlo varias veces para interpretarlo.
Lo único que me inquieta es que describas a la muerte y a la nada de color blanco. Lo único blanco es la luz y, si lo viera desde ese punto (cuando hablan de que cuando uno muere ve un túnel con una luz blanca), pensaría que la muerte es la salvación. Al contrario, el cuento me deja con una sensación de melancolía pensando que la única razón y verdad por la que vivo es para morir (viéndolo como si fuese algo negro). Por esto es que no logro asociar el blanco a la muerte en tu cuento.

Pero me gusta mucho la idea de la puerta y la forma en que lo escribiste. :)

Otra cosa: ¿De qué son las dos miradas? Pienso que puedan haber varias opiniones.

Buena idea la del blog.

Natü.

G. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
G. dijo...

Qué tal? Me gustó el texto. Creo que está mucho más logrado que los que leíste en clase. Dado que posee ante todo una búsqueda de sensaciones o de construcción de una imagen, me he fijado en la forma en que está escrito. Me gusta, creo que posee buena musicalidad y ritmo. Quizá por momentos suena en mi cabeza la Duras o Robbe-Grillet ["Esto es todo": la última obra de la Duras se llama así, como comentario aparte.], como había comentado en clase, creo. Lo narrativo, por lo que se ve, es secundario; lo cual no es malo, sino que ... es, simplemente.

Una última cosa: creo que también se ha reiterado en cierta forma lo que se leyó el sábado. Otra vez dos seres, que ya sea por sus sombras o por sus miradas, se cruzan. Es interesante esto. Si estás en esta búsqueda de una narrativa cíclica y "etérea", por así decirlo, leete "La celosía" y de la Duras, se me ocurre, "El vicecónsul" o "El amante de la China del Norte", que son las que conozco.

Salutes!!!

Guillermo

Los del Fondo, colectivo de escritores dijo...

¡Hola Natu... GRACIAS MILES por tus comentarios! Respondo a tus inquietudes. Si te fijás bien, verás que "la mancha blanca" es la nada y no la muerte. Allí se habla de la nada en la concepción más existencialista del término. Después de la muerte no hay luz, ni cielo, ni infierno. No hay nada. Y la nada se representa ahí como una mancha, algo de contorno indefinido y de color blanco. No es ni mala ni buena, es simplemente NADA.
Por otra parte, me encanta que el texto te dispare hacia muchas interpretaciones, aunque creo que la más acertada es la de considerar que esas dos miradas son dos personas que se encuentran y que se aman como en una suerte de paréntesis existencial. Dos almas gemelas que se ayudan a soportar la soledad y el dolor a través del amor. Con ese amor han logrado dejar afuera lo absurdo de sus vidas y la angustia de la muerte; es decir, la angustia "del-no-ser".
Espero haberte ayudado con mis aclaraciones. Besines

Los del Fondo, colectivo de escritores dijo...

Guillermo, respeto tu opinión, aunque en lo personal no creo que "La puerta" sea un texto más logrado que los otros. Pues noto que la melodía de la prosa está resquebajada y se notan un par de cambios bien bruscos en la geografía interna de las emociones. Seguré trabajando para ver si logro suprimir esas grietas.

Por otra parte, te confieso que me halaga bastante el hecho de que creas percibir el eco de un autor consagrado, como Grillet. Puesto que no tengo el gusto de conocerle y no deja de ser un síntoma saludable eso de sonar a alguien que supo cómo hacerse un lugar entre las filas de la Literatura.

¡Muchas gracias por las lecturas que me recomendás! Haré lo posible por leerlas a la brevedad. Si bien no he leído nada de Grillet, de Durás sólo conozco el clásico "Moderato Cantábile" y la verdad es que disfruté bastante con esa lectura.

Por último, no creo perseguir una escritura cíclica. O al menos no conscientemente. Pero te cuento que me interesó mucho tu comentario, dado que tres textos que he compartido con ustedes, corresponden a una etapa bastante alejada de mi experiencia vital actual; un momento en el cual me sentía totalmente angustiada y encerrada dentro de un círculo vicioso donde me sabía repetida una y otra vez sin energías para evitarlo.

Besines y gracias por tus observaciones.

Vanesa

Anónimo dijo...

Yo decía lo del blanco porque la nada para mí nunca ha sido blanca...nunca ha sido nada justamente (no tiene color, no tiene adjetivos). Por eso me incomodó el blanco. Y pensé que decías que la muerte era blanca porque, como pusiste "...la muerte con cara de nada...", se me volvió el color blanco de vuelta a los ojos. Pero es una forma de verlo nomás. =)

Gracias por aclararme las dudas.
La verdad me gustó mucho el texto.

Beso,
Natü

Los del Fondo, colectivo de escritores dijo...

Natu:

Este asunto de la mancha blanca, al menos para mí, ha sido mucho más sencillo de lo que tu imaginación propone. Fue una metáfora no premeditada. Me vino y ya. Aunque ahora que lo notás, puede que no haya sido lo suficientemente clara o decidora respecto de lo que quería transmitir. Es por ello que habré de incurrir en un recurso infalible para todo mal escritor –o sea “IO”- cuando lo que escribe resulta ininteligible: intentaré explicar lo que quise decir. Allá voy entonces.

La Nada es la ausencia de todo lo conocido. Razón por la que, lógicamente, es inimaginable. No obstante -puesto que la imaginación ha sido siempre una metiche libre y mentirosa- la Nada se me representa artísticamente como una mancha blanca. Asociación, sospecho, inconciente y caprichosamente ligada a la ausencia de lo pictórico.

En conclusión: por un lado, se me antoja la imagen de la mancha porque es algo indefinido, no delineado por la voluntad de la formas; por el otro, debo de haberme encaprichado con el blanco entendiéndolo como la ausencia de todo color. Algo así como una antinomia metafórica del tipo: “COLOR/VIDA” – “BLANCO (no color)/NADA”.

Eso es todo. Espero haber aclarado la confusión.

¡Ah! …y, en serio, MUCHAS GRACIAS por tu observación, me ayudará a releer con otros ojos las metáforas de mis textos.

Besines

Vanesa Funes

Los del Fondo, colectivo de escritores dijo...

Vanesa, leí el texto hace mucho, pero no he podido comentarlo hasta ahora.

Particularmente me gustó mucho, en especial el segundo párrafo y la forma en que te referís a la nada. Al leer el cuento, noté que tenía ciertos elementos en común con los textos que habías leído en el taller, más que nada por el encuentro de los dos seres.

Después de leerlo dos veces, la sensación que me queda no es de angustia ni mucho menos. Todo lo contrario, creo captar esa dosis de esperanza que intentás transmitir al contar el encuentro de esos dos seres, que al amarse logran escapar de la rutina y de la muerte.


Volviendo a la discusión que tuvimos en el taller, si un texto es prosa poética o cuento, no creo que eso importe demasiado. Las múltiples metáforas y el lenguaje poético de tu cuento lo enriquecen muchísimo a mi parecer, y pienso que no tendría sentido sin todos esos elementos.



Abrazos,


Geo.