lunes, 27 de julio de 2009

El soldado de mi niñez (Pablo)

Nota: Gente, sigan el link al final del texto para ver el cuento completo o descargarlo en vuestras compus (el cuento es largo para publicarlo directamente, a ver si les parece bien cómo queda)

El soldado de mi niñez

Que los libros de historia expliquen las cosas a su modo, yo lo cuento como lo viví. Ni revisionistas ni apologistas ni detractores pueden hacerme olvidar mis percepciones.

Como todos los pibes yo miraba Flash Gordon, Jhonny Quest y la Dimensión Desconocida. Cuando se acababa la transmisión seguía con historietas, que son como una forma primitiva de televisión. Me compraban El Tony y Nippur. Habrá sido por tener la cabeza tan llena de historias de aventuras y fantasía que cuando escuché a mi viejo decir que la cosa se había puesto muy fea y que ya nadie estaba seguro en ningún lado pensé que al mundo lo estaba invadiendo una monarquía extraterrestre o que remotos pueblos guerreros se disponían a atacarnos. ¿Cómo se habría visto Buenos Aires asaltada por jenízaros o incendiada por los salvajes hunos? La ignorancia de las distancias históricas permite a los niños urdir divertidas combinaciones con los hechos pasados.

De un día para otro abandonamos todo y nos subimos a un tren con un par de valijas a cuestas. No alcancé a despedirme de ninguno de mis amigos de la escuela ni de mi maestra. Recuerdo que por entonces me burlaba de dos compañeros coreanos que habían llegado con el circo, porque estaban dos meses en una escuela y después tenían que cambiarse a otra. Eso me hacía gracia. Me burlaba de ellos y ahora estaba en la misma. Fue el primero de muchos castigos irónicos que me dio la vida. Hacía a mis padres culpables de la situación y estaba enojado con ellos. Además no me explicaban nada, ni de qué escapábamos ni cuál era el peligro. A nuestro alrededor todo se veía normal (continúa en...)

http://www.scribd.com/doc/17725691/El-Soldado-de-Mi

11 comentarios:

Javier Avila dijo...

Pablo, recién leo el cuento y te quería comentar que me gustó mucho, me pareció muy bueno. Después me siento a verlo más en detalle pero la idea me parece más que interesante. Este tipo de historias (en ciertos contextos sociopolíticos) contadas desde la perspectiva ingenua de los niños me han llamado la atención recientemente (El laberinto del FAUNO, La culpa la tiene Fidel o, entre otras, El niño con pijama a rayas, que no es interesante literariamente pero es una historia básica, muy mediada y accesible) En fin. Después la releo y te hago otros comentarios.
Abrazo
Javier

Anónimo dijo...

Me gustó el cuento, sobre todo porque veo desde otra perspectiva la historia del niño al ser narrada por un adulto.
Imposible cansarse de esos cuentos de nenes donde todo lo que se refleja es su imaginación e inocencia. (:
A mi me da la sensación de que el cuento aligera mucho la realidad de la situación y no provoca que se me retuerza el corazón al pensar lo que está sucediendo.
Beso!
Natü

Anónimo dijo...

Acabo de leer el cuento por segunda vez. Ahora lo sospecho doblemente formidable. Se respira a madurez narrativa, a prosa reposada y fluida, a cuidadosa selección… En fin, creo que hay mucho trabajo detrás de este relato. Se nota, se reconoce y -como lector- se agradece el delicado trabajo de la orfebrería literaria.
Encuentro un muy buen engarce sobre el párrafo inicial y luego todo lo demás parece funcionar a la perfección. Pues confieso que me sentí atrapada por la naturalidad estilo y por la visión de un narrador muy sabio; un narrador que sabe cómo combinar la mirada cándida y tierna del niño con la mueca desgarrada e irónica del adulto. Excelente acierto.
Mis respetos y mis más sinceras felicitaciones.
Vanesa

La cátedra dijo...

buenas! hice una primera lectura muy rápida. El cuento me gustó. Es cierto que lo que le da el toque es la perspectiva infantil. Por ahí lo que yo creo q podría llegar a estar de más es el último párrafo...

En fin, como dije antes, esta es solo la primera lectura, después comento más.

Saludos!

Los del Fondo, colectivo de escritores dijo...

agradezco mucho lo que hasta ahora han comentado sobre el cuento. Con respecto a lo que dice javier, es verdad que la idea de la perspectiva insólita se ha usado antes, sobre todo en cine. cuando di a leer el cuento a otra gente me dijeron que les recordaba a la película kamchatka, que no he visto,pero que imagino está en la línea de películas como las que mencinó javier (a las que tampoco he visto, confieso). Y vanesa ha reconocido que el cuento está trabajado, por mucho que yo haya querido que ese trabajo no se notara y que todo pareciese espontáneo. En fin, les agradezco de nuevo la aprobación, eso me pone muy contento y me alienta a seguir escribiendo. Todos han demostrado ser muy buenos lectores a los que nada se les escapa.
Pablo.
p.d: el cuento ganó hace un par de meses un concurso en junín. así y todo lo seguí corrigiendo, y a uds. les di la versión según la última corrección.

Anónimo dijo...

Pablo, me parece que has interpretado mal mi comentario. Al decir que se notaba tu trabajo sobre el cuento, no quise decir (¡ni por asomo!) que fuera evidente. Todo lo contrario. Como lectora, la naturalidad de tu narrativa me envolvió por completo. Y es ahí donde creo que está el mérito mayor de tu historia. Todos sabemos lo tremendamente difícil que es lograr ese efecto. Hay que pulir mucho y ser muy bueno para conseguir esa diafanidad. Bah, creo que es eso lo que a la larga termina distinguiendo a un buen escritor.
Por otra parte, creo no estar de acuerdo con la experiencia de Victoria. Y digo “creo” porque la primera vez que leí tu cuento, también sentí que el último párrafo estaba de más. Ahora… al releerlo comencé a dudar. Acaso por el hecho de suponer que las tres últimas oraciones eran necesarias para redondear la historia desde la perspectiva del narrador; pues me pareció que esas frases finales eran congruentes o venían como a cerrar la “conclusión” con la que el narrador abre el relato. No sé, qué opinará el resto pero a mí me parece que la reflexión final hace las veces de “coda” y es ese un recurso totalmente válido en literatura (algo se dice o dice por ahí al respecto Horacio Quiroga).
En cuanto al comentario de Javier, me parece que él no intenta ir en menoscabo de la originalidad de tu cuento. A mí me pareció una observación positiva por parte suya; como que le agradó encontrar en tu historia ese modo de narrar los hechos. Si algo de lo que uno cuenta tiene una atmósfera a tal o a cual escritor (o director en este caso), no hace más que ratificar un punto fundamental del arte: “no hay nada nuevo bajo el sol”. Para cualquier tipo de expresión artística, la originalidad –ya sea de un asunto, de una técnica narrativa determinada o de un recurso estilístico “x”- es algo bastante secundario. Más que secundario, creo que es imposible porque son siglos y siglos de escritura. ¡Siempre habrá alguien que lo haya hecho antes! Además el recurso de valerse de la mirada infantil sobre la vida permite trabajar muy bien la ironía. Y es la ironía, precisamente, uno de los aspectos más característicos de la cosmovisión que el hombre tiene por estos días. La mirada irónica existió desde siempre, pero que se acentúa durante las épocas de mayor crisis. Vanesa

Anónimo dijo...

¡Ah, me olvidaba!:FELICITACIONES por lo del concurso. Parece que el jurado no se equivocó: tu cuento
-y te lo digo con toda sinceridad- está muy bueno. Vanesa

Los del Fondo, colectivo de escritores dijo...

Gracias de nuevo, vanesa, por los elogios al cuento, y por aclararme mejor tus impresiones. estoy de acuerdo con todas.en cuanto al estilo a la hora de escribirlo, busqué la fluidez y espontaneidad que vos nombrás. como no me considero un escritor profesional ni mucho menos, lo que intento hacer desde hace un tiempo es ensayar varios estilos y registros, ejercicio que les recomiendo a todos. Considero que el estilo tiene que ajustarse a la historia o al narrador y que no cualquier estilo puede usarse en cualquier historia, por eso conviene manejar distintas formas de abordar un material narrativo.
Es cierto que el cuento podría prescindir de las líneas finales, pero creo que expresan una valoración importante para mí y para el narrador, y eso las justifica.
pensar que ya todo se ha dicho o que ya todo se ha hecho nos afantasma, decía borges. hay que resistir esa sensación haciendo lo que uno quiera hacer.
pablo

Anónimo dijo...

¡Totalmente de acuerdo con el Maestro! Echaré a mi “faltriquera” ese dicho Borges.
Ahora, en cuanto a tu invitación para ensayar nuevos estilos: YO PASO. Es un lujo en el que no me está permitido incurrir todavía. No puede ensayar nuevos estilos narrativos quien todavía no ha encontrado el suyo. Y que conste que sólo digo esto por mí. Pues siento que aún no logro en mis escritos un estilo definido y personal. Con la variación de los registros, sí me siento más cómoda. En un cuentillo que escribí hace un tiempo intenté hacer un injerto y, la verdad: me divertí bastante (aunque ignoro si me salió). Salutes para todos (o al menos para los pocos que se toman el tiempo para escribir).
Vanesa

Los del Fondo, colectivo de escritores dijo...

yo lo veo al verre, vanesa. se me hace que el estilo propio viene despuès de manejar estilos ajenos,o al menos al intentar estilos ajenos. lo digo porque sé de muchos grandes que al principio imitaban a sus favoritos. pero lo más seguro es que quién sabe. no hay absolutos en esto de la literatura.
pablo

Silvio dijo...

Bueno, no habia entrado y recién lo leo. Y no sé si abrir la boca porque estoy en desacuerdo con algunos comentarios. Pero bueno, para eso estamos. Voy a tratar de ser ordenado (cosa que a veces se me complica)
Primero que nada, creo que la idea del cuento es muy buena. Esta diferencia de perspectiva que lleva a la revelación final. Lo que me parece es que el tono del cuento no condice con la idea del mismo. El niño calculo tendrá unos 6 años,desde ese lugar entonces, el cuento debe ser narrado con el tono de un niño de esa edad. Imagino que habrá estado desconcertado, sorprendido, con miedo (los padres le habrán dicho que escapaban o solamente que se iban?) y con el lenguaje de un niño de esa edad. Y sobre todo, con el razonamiento de un niño de esa edad. El tono que tiene el texto me da la sensación de que es el niño que lo cuenta pero cuando ya es grande, entonces si es así, creo que no lo contaría de esa manera, porque ya tendría claro la realidad del asunto. Si tengo venite años y le cuento a alguien que creo en los reyes magos, nadie me puede creer. Esto sobre todo está evidenciado en el párrafo final. Coincido que sería mejor que no estuviera.
Después encuentro algunas cosas ya más del texto que me parecen menos importantes. Como que se repite muchas veces "mi padre" "mi madre". El episodio del sonambulismo me parece forzado porque me suena innecesario.
Bueno eso es todo.
Y por supuesto, mas alla de las opiniones, felicitaciones por el premio!