lunes, 29 de junio de 2009

Ahí va y con la mejor de las ondas...

Mis queridos consortes de taller:

Me honra el hecho de que mi texto haya servido de instrumento a la hora de desvirgar el nuevo blog. Confieso, sin embargo, que me siento mucho más sorprendida que honrada; pues no sabía que empezaríamos con uno de mis escritos. ¡Y menos que sería éste! ¡…Y mucho menos que al ingresar al blog por vez primera, tendría tantos y tan suculentos comentarios por responder!

En fin, comenzaré por hacer una salvedad que considero medular: “La puerta” NO ES UN CUENTO. En efecto –y como Pablo observó- en este texto no hay más que una percepción mínima, remotamente alejada del resorte narrativo. Es más, si de algo valiera la pena mi aclaración, explicaría con algún detalle con qué intención escribí este cuadro, hace más de dos o tres años atrás. Pero el hecho es que ahora nada de eso importa. Me alcanza con decirles que ni en ese momento, ni en ningún otro, se me ocurrió sentarme a formatear un relato.

Ahora bien, sospecho que a esta altura del verbo se estarán preguntando para qué carajo colgué en el blog de un taller de narrativa un texto que ni si quiera yo misma concebí como una narración. Pues bien, marche una respuesta para los que se hicieron esa pregunta: al enviar “La puerta” al blog anterior (escritores.mdz.blogspot.com), no tuve más idea que la de compartir un texto con ustedes, dado que a lo largo del primer encuentro del Taller del Fondo no había llevado encima ningún escrito mío. Y el criterio de selección, a la hora de subir ese texto, fue algo así como: voy a colgar algo breve (ya que Javier, al crear el viejo blog, nos había solicitado que no subiéramos textos demasiado extensos). Y tal como les dije el sábado durante nuestro último encuentro en la Biblioteca, soy escasamente una principiante. Apenas si llego al puñado de textos mediocres y para colmo de males, como diría mi abuela, entre tanta naderías sólo tengo estos tres textitos cortos: los dos que les leí hace un par de días y éste que también publiqué en el blog anterior.

En este sentido y acaso para intentar “enderezar” algunos comentarios que, al decir de los muchachos de mi barrio: se fueron al pasto, pretendo echar luz sobre otra cuestión que creo fundamental: tanto “La fuga” como “Los aficionados” (vale decir: los dos microrrelatos que leí durante nuestra última reunión) SON CUENTOS; no así “La puerta”, que no es más que la descripción de un momento, de un cuadro, de una situación, de un estado; una suerte de “híbrido” o poema en prosa si se quiere.

Ahora, si les parece, discutimos lo que es o no es cuento. Silvio supone que “La puerta” es el más narrativo de los textos que he compartido con ustedes. Suposición que considero un tanto baldía; pues…a ver: puede que mi forma de escribir les resulte aburrida, extraña, barroca o que no sea entendible por el simple motivo de que escribo como el culo (¡ups!…perdón, otro exabrupto de los muchachos de mi barrio). Pero partamos de una base: las consideraciones artísticas personales si bien son libres, deben tener fundamento. Un cuento no es lo que a mí me parece. Desde la “Poética” de Aristóteles hasta la crítica literaria moderna, la cosmovisión del género narrativo ha mutando notablemente y los distintos momentos del relato (introducción, nudo y desenlace, como me lo enseñó a mí la señorita de quinto) fueron cambiando de nombres, ampliando sus significados o complejizándose al compás de la evolución artística de la humanidad. No obstante -más allá de los distintos nombres, modas o enfoques críticos- en el texto narrativo siempre se han reconocido tres partes. La primera de ellas es ese momento en el que se nos ubica a el o a los personajes en un tiempo y en un espacio determinados (parte que, aclaremos, no es imprescindible porque bien se puede comenzar in media res y no necesariamente debe estar en el principio). La otra parte es el conflicto: él o los personajes tienen un problema, que podrá o no resolverse hacia el final del relato. Por último, el tercero de los momentos de todo texto narrativo, es el cierre. Final que podrá ser abierto, cerrado o abierto y cerrado al mismo tiempo.

Por otra parte, al margen de disculparme por las obviedades que acabo de referirles arriba, me gustaría reparar en un último aspecto que considero importante. Se trata de la necesidad de refrescar o investigar sobre lo que significó el llamado “Boom latinoamericano”, por citar sólo un ejemplo, pues en el terreno de la narrativa literaria, a partir de ese momento se modificaron los modos de contar y de leer las historias contadas ( véase sobre el paso de un lector hembra a un lector macho, la reformulación de las estructuras y sus núcleos narrativos, la hibridación de los géneros, el protagonismo de lo metafórico, etc, etc). Digo, creo que es importante conocer o reconocer aunque más no sea algunos de los hitos sobresalientes del género sobre el que estamos trabajando. Pues estoy convencida de que el estudio aunque más no sea superficial de los principales movimientos literarios y de la evolución de los géneros discursivos, es un hecho que nos ayudará a mejorar nuestra escritura personal e indudablemente nos llevará a ser un tanto más cautos a la hora de juzgar los textos ajenos.

En conclusión, les pediré tres favores grandes, GRANDES, como un edificio de veinte pisos o más:

*PRIMERO que revisen los textillos que les pasé en virtud de que comprueben si esas partes estructurales de la narrativa están o no (porque, puede que me equivoque, pero más allá de la abstracción o de lo lírico de mis relatos, yo las veo muy claramente esbozadas en “La Fuga” y en “Los aficionados”, no así en “La puerta”).

*En SEGUNDO lugar, les ruego que me escriban para decirme si alcanzaron a distinguirlas y que fundamenten sus observaciones (las apreciaciones meramente hedonista: el "a mí me gusta o no me gusta" o el viejo y querido "esto no se entiende" por sí solos, no sirven ni aportan nada en nuestro proceso de aprendizaje como futuros escritores).

*En TERCERO y último lugar -y espero no se molesten por esto que es más un deseo que un favor-: ¡RELÁJENSE, POR EL AMOR DE DIOS…! Pues en ciertos momentos de nuestros encuentros he percibido que algunos están como demasiado tensos y es entonces que sucede todo lo contrario de lo que se espera de un taller de escritura: el tono de la crítica lectora resulta más destructiva que estimulante. Y, la verdad, no creo que ninguno de nosotros persiga ese objetivo. Siempre creí aquéllo de que la literatura –en realidad, el arte en general- es la forma que ha encontrado el ser humano para justificar la continuidad del juego en la edad adulta y no creo que disfrutemos un juego si estamos tan pendientes de lo que está bien o de lo que está mal. No existe una moral del arte. Voy a decirlo de un modo más procaz, pero infinitamente más efectivo: creo que la Literatura es una puta refinada que siempre anda de rondas buscándose la vida y no se lleva para nada bien con las viejas de la verdulería de la esquina que le gritan cómo vivir para ser una mujer hecha y derecha. En esto de juzgar los textos ajenos es menester ser un poco más cuidadosos y dejar el juego abierto, es decir, dejar un margen de libertad para la experimentación y las búsquedas artísticas individuales. A ver, no estoy hablando de un "todo vale y por que sí" o de ser demasiado indulgentes (pues esa postura tampoco suma) pero sepamos metamorfoseear en humor ese aire solemne que se respira a veces como por encima de nuestras cabezas. ¡Guardemos el cuchillo del carneo, con una gillette alcanza y sobra!

¡A reírse más y a ponerse las pantuflas!

Salutes y cariños para todos.
Vanesa Funes

13 comentarios:

G. dijo...

Holas, de nuevo. Don't worry, que no he visto a ninguno (todavía) con cuchillos de carnicero. Insisto en decir que me parece más "lindo" (quizá esta palabra seá más acertada,entonces, que "logrado") que los otros dos. Lo que sí es interesante, es que si estos textos son de una época pasada y no tan bonita, me pregunto cómo serán ahora los actuales.

Otro comentario: LA CELOSÍA la tengo, una fotocopia, igual que otra novela de Robbe-Grillet, que se llama DJINN, q me gusta más. Si querés te presto. De la Duras tengo tb las que te mencioné, incluso ESTO ES TODO. Bueh, avisame y te las paso (si me las cuidas como si fueran una extensión de tu cuerpo!). Saludos!!!

Guillermo

Anónimo dijo...

Veo que blog ha cobrado vida! Vane, perdón por publicar el texto así, de una. Me pareció atinado seguir el mismo orden que teníamos en el blog anterior. El próximo soy yo. ¡Allí podrás sacar los cuchillos de carnicero! De todos modos me parece bueno rescatar eso de ser críticos pero respetuosos y siempre con el ánimo de construir y ayudar a los demás compañeros a crecer. En definitiva para eso estamos integrando este espacio ¿o no?
Un tema: en la barra lateral encontrarán un gadget de libros recomendados; la idea es que vayamos publicando lecturas que pensemos que son buenas.
Abrazo
Javier

Anónimo dijo...

Gente, una recomendación: tratemos de publicar todos los comentarios a los textos (o las respuestas a los comentarios de otros compañeros) como respuestas a los posteos de la página central. Así mantenemos un orden de publicaciones. Si no en un tiempo se nos va a armar un desorden irreversible.Es una sugerencia, nada más. Saludos. Javier

Los del Fondo, colectivo de escritores dijo...

¡Noooooo, muchachos...no se me confundan! Al mencionar lo del cuchillo de carnicero, de ninguna manera intento referirme a sus comentarios en el blog para con mi texto. Es más, considero que conmigo puede que hasta hayan sido indulgentes y todo. Hablo de una actitud que he visto durante los encuentros del taller en la Biblioteca. A veces me he sentido incómoda al presenciar una intención un tanto destructiva frente a los textos de Geo o los de Natu, por citar sólo dos ejemplos. Y sucede que mayoría de las veces, quienes han opinado así, bien descarnadamente, lo han hecho porque sí, sin argumentos sólidos.
Eso es lo que me incomoda un poco: el hecho de observar una postura tan rígida por parte de algunos. Ese laaaargo parlamento que les escribí (perdón por la densidad)apuntaba al clima de las reuniones, no a sus comentarios respecto de mi texto.

Guillermo, me encantaría que me prestaras la obra de Grillet. Elegí la que vos quieras (confío en tu criterio)y me me la llevás a nuestro próximo encuentro. ¡CHA GRACIAS...prometo devolverla en tiempo y forma! ¡Ahh! y no te preocupes por los tiempos actuales porque hace tiempo que atravieso una "etapa rosa". Je,je. De modo que los textos actuales, son menos densos y oscuros.

Javier, no te disculpes por lo del texto. Juro que no me molestó, sòlo me sorprendió. Entiendo lo del orden de aparición y entiendo tu rol de pater-blog. Es lógico que te toca organizar todo a vos y por algún texto tenías que empezar. No te hagas drama que mis hormonas no están tan allá como para molestarme por boludeces. Me gusta joder y en ese clima es que me escribo muchas veces. Pero lo que no entiendo es eso de los posteos, porfi, soy bastante lela para este tipo de situaciones virtuales y desearía que me explicaras con un lenguaje menos técnico. ¡Ah...y no te preocupes por mi cuchillo! No ando en esa; además no es necesario, pues siempre me han gustado y hasta me han sorprendido gratamente los textos que se han leído en el taller.

Besines y seguimos en contacto.

Vanesa

Los del Fondo, colectivo de escritores dijo...

Es más, ahora que lo pienso... Me parece que acá, para relajar un poco los ánimos, está haciendo falta juntarse a comer un asado bien regado y rico. Lo consulto con mi chico y aviso si el evento podría relizarse en nuestra casa, durante las próximas semanas.
Vanesa

Silvio dijo...

Che, dejemos de joder. No creo que nadie ande masacrando con cuchillos los trabajos del otro, ni mucho menos. No he sentido dentro del taller posiciones rígidas ni opiniones academícas inequívocas. Sí creo que lo expresado responde al criterio y la visión de cada uno sobre los temas y que es válido que cada uno defienda sus verdades. El cambiar de parecer lleva análisis y tiempo.
De todo lo leído, creo que lo más acertado es el tema de la relajación (como dice Araceli).
Hasta tanto esto no suceda, no creo que nada nos haga crecer.

Natü dijo...

Me gustaría que me pasaran los textos que leyeron cuando se juntaron, si es posible. Me siento colgada cuando comentan los textos de Vanesa ("La fuga" y los aficionados") y quiero ponerme al tanto. :)

Por cierto, ¿cuándo es el taller?
¿Este viernes 3? Porque no me han avisado nada y estoy perdida.

¿Alguna sugerencia de lectura para esta niña que recién se incursiona en el camino de las letras? =)
(Guille, si podrías repetirme los nombres de los autores que me habías dicho, si te acordás porque yo no los recuerdo, perdón :S)

Beso,
Natü

Anónimo dijo...

Uff... mucho para comentar.
Primero que nunca esta de más crear un clima de amistad (lease nunca esta de más un asado). Si lo organizamos con tiempo seguro que en casa se puede.

Al margen, como Vanesa no esta dando nombres por las dudas pido perdon si en algun momento dije algo que pudo ofenderla a ella o a alguien (nunca fue la intencion).

Si coincido en que la discucion de que es un cuento y que no lo es, seria interesante; pero no creo q nos pongamos de acuerdo :S
El cumplir con las tres partes antes mencionadas es, creo, un requisito.

Un abrazo a todos.

Emilio

Anónimo dijo...

Gente adhiero a la idea de un asado. En todo caso podríamos charlarlo el miércoles en la reunión y terminar de cerrarlo vía blog (por aquellos que no podrán asistir, como Vanesa)
Abrazo
Javier

G. dijo...

Qué tal? 1º: adhiero al asado!

2º: natu, no me acuerdo bien qué nombres te pasé, pero como soy un tanto classic, supongo q serán libros eh... clásicos. Creo q te comenté de LA MUERTE DE UN VIAJANTE de Arthur Miller y... mmm... no me acuerdo cuál otro. De última, en la proxima reunion, te digo porque lo olvidé.

3º: vane, te llevo LA CELOSÍA, porque creo q te servirá (espero), aunque mi favorita es DJINN.

Nos vemos el 8.

PD. en blog, como para subir algo, subí un cortisho que hice en la escuela de cine, Un tp., es decir, una boludés, pero que ta bueno compartir. Si quieren mironear, están invitados. Hacen click en la "G." y sale. ¡No lean los textos! ¡Que son una suerte de Carrie Bradshaw menduco! Saludos

Los del Fondo, colectivo de escritores dijo...

Natu, te envie los textos a tu cuenta de e-mail. En cuanto a los encuentros, entiendo que este miércoles habría de concretarse una reunión extraoficial (esto es: sólo asistiremos los integrantes de la secta del alumnado). Aunque ignoro el lugar o si se decidirá la suspensión debido a la emergencia de la pandemia gripal. Vicente, el Prof, aseguró que andaría por Mza hacia fines de este mes. Mencionó algo cercano al 28/07.

Guille, acabo de ver el corto. ¡Me encantó…buenísimo el cono de sombra!: vi una historia muy bien redondeada desde lo imaginístico (imagen+imaginación). Espero ansiosa por “La celosía” (eso si es que todavía sigue en pie el encuentro).

Vanesa

Los del Fondo, colectivo de escritores dijo...

Silvio, mis disculpas; me parece que no he sido yo lo suficientemente clara y directa a la hora de transmitir el mensaje. Mi propuesta fue, justamente, la misma que vos hacés: dejarse de joder con boludeces. A ello apuntaba mi petición de calzarse un par de cómodas pantuflas. Es sumamente válida tu opinión, pero también lo es la mía; pues creo que no hemos asistido a los mismos encuentros: yo he faltado a dos de los cuatro días de reunión que ha llevado este taller y sospecho que vos a otros tantos. Es lógico que -al margen de ser subjetivas y parciales- nuestras percepciones sean bien diferentes. Tal vez no percibimos lo mismo puesto que vivimos distintos momentos aunque fuimos a un mismo taller.
De todos modos, me confieso divertida al advertir no sin asombro que fueron varios loa que se impresionaron con lo del cuchillo. Supongo que, a partir de esa imagen, se habrán hecho la misma película. Ja,ja,ja… (perdón, pero una y otra vez se me viene a la mente la clásica escena de Psicosis). A ver: es probable que lo del cuchillo haya sido un recurso equívoco o algo más que contundente; pero me parece toda una nimiedad quedarse ahí, sin considerar que en el contexto del lago parlamento que escribí, ese comentario final resulta infinitamente menor comparado con los otros asuntos que pretendí exteriorizar.

Nos estamos viendo. Saludos

Vanesa

Los del Fondo, colectivo de escritores dijo...

Emilio:
Me parece que estimular el clima de amistad es un factor determinante para que funcione la dinámica del taller. Pues me atrevo a sospechar que los problemas de interpretación son hijos, las más de las veces, del desconocimiento. Como bien decís, nunca estará de más el fomentar un clima amigable, y menos en conjunción gastronómica con un rico asadito. Es más, intuyo que todos tenemos la agradable obligación de conocernos, sobre todo si partimos de una consideración radical: somos un grupo minúsculo de seres a los que unen búsquedas similares. Y, en medio de un océano de personas que se comieron la mentira capitalista y no tienen otra meta que la de “hacer guita”, está buenísimo encontrarse con gente cuyo fin es producir y recibir la emoción artística ya sea a través de lo que escriben como de lo que leen. Digo esto porque nos hemos encontrado en un taller de escritura y no en un curso de inglés avanzado o en un seminario de economía. De modo que habrá que avanzar nomás en el proyecto borrador del asado. Hay ya dos lugares posibles para la concreción del evento: tu casa y la mía. Si le parece a la mayoría, estaría bueno que lo empujáramos hacia la fecha tentativa en que Vicente, alias el Profe, ande por Mendoza (esto es hacia el 28/07 aprox.).

Por otra parte, Emilio, creo que tus disculpas no son necesarias. De los pocos momentos de taller que hemos compartido te he percibido como un lector atento y un compañero-crítico muy prudente. Y seré totalmente franca: tampoco estoy en condiciones de señalar a nadie con nombre y apellido. Primero porque todavía no termino de articular todas las caras con sus nombres respectivos; hecho que implícitamente nos remite al virus del desconocimiento que, desde luego, habrá de ser combatido con la vacuna del asado (como verás, hasta mis palabras se han dejado infestar por el boom de la gripe A y la escandalosa prensa del virus). En segundo lugar, porque de acordarme de alguno de los comentarios descarnados y del nombre del ocasional emisor, creo que tampoco sumaría en esto de generar un clima amigable. No me interesa acusar a nadie en particular, pero sí me importa aquéllo de cuidar lo que se dice y cómo se dice. Sobre todo si se trata de textos ajenos.

En conclusión, REPITO, REITERO Y RATIFICO (….rrrrrrrrrrr…sí, parece que estoy atravesando una crisis estética y menemista, jeje): lo que escribí respecto de la crítica contraproducente, no se extiende a todos los talleristas y no se refiere a lo que se puede haber dicho de alguno de mis textos en particular. Mi incomodidad parte, básicamente de algunos dichos del tipo (citaré más o menos textualmente): “esto no es un cuento” o “esto es una poesía” o “estamos en un taller de narrativa, no de poesía” o “los microrrelatos no hacen literatura” o “la prosa poética no está legitimada como narrativa”, etc, entre otras muchas observaciones. Acotaciones que muchas veces han sido de lo más infundadas, pues evidencian que se habla de “narratividad” cuando no se tiene una idea muy clara, ni se distingue lo narrativo de lo que no lo es. En ese sentido, lo interesante no es opinar de acuerdo a lo que uno cree. Lo verdaderamente interesante, en lugar de decir lo que nos parece, es aprovechar esta instancia de aprendizaje para debatir sobre la noción de “narratividad” e intercambiar material de estudio al respecto. En fin, sospecho que en esto de la escritura (además del talento, del trabajo de orfebrería y del hábito) también importan el estudio y la prudencia a la hora de leer y ejercer la crítica.

Sludos y cariños. Nos estamos viendo.
Vanesa Funes