viernes, 4 de diciembre de 2009
PROPUESTA
Yo podría un martes, miércoles o jueves a la noche. O un finde.
Gracias!
Saludos
Guille
miércoles, 18 de noviembre de 2009
JUntada este viernes en Eduardo III
Guille avisó que no podía ir. Definamos si nos juntamos. A partir de la semana que viene yo tengo todos los viernes ocupados durante un mes pero este viernes si puedo. Que hacemos. ¿Hay juntada? Analís: ¿Este viernes también hay lectura?
Saludos y confirmen!!!
Javier
domingo, 15 de noviembre de 2009
Las pérdidas de la feria

Chicos les dejo un link a la nota de diario UNO. Es un balance sobre la feria del libro. Entre otras cosas destaca que Vicente no pudo hablar.
Un abrazo a todos.
Emilio.
lunes, 9 de noviembre de 2009
viernes, 6 de noviembre de 2009
Café del Teatro, sábado 11:00 hs
Saludos
Javier
jueves, 5 de noviembre de 2009
Visita de Vicente
Vicente Batista llega a Mendoza el sábado al mediodía. La idea es juntarnos con él para leer textos y compartir otro fin de semana. Empezaríamos el encuentro el sábado, a primera hora de la tarde (4, ó 5, supongo) y después la idea sería hacer un asado o cenar con él. El domingo el da una charla recién a las 22:00 hs por lo que sería piola organizar alguna actividad ya sea por la mañana o por la tarde (o ambas) hasta la charla. Vicente parte el lunes por la mañana hacia la feria del libro en Chile. En fin. No hay nada organizado aún, asi que estaría bueno si hacen propuestas.
Abrazo
Javier
domingo, 1 de noviembre de 2009
La moledora de carne
miércoles, 28 de octubre de 2009
Viernes 30 18 30 en Eduardo 3
martes, 20 de octubre de 2009
Encuentro en Eduardo III este viernes
martes, 13 de octubre de 2009
Nueva visita de Vicente para la feria del libro
domingo, 4 de octubre de 2009
Los invitados que fueron a la juntada en Eduardo III
Hola gente. Estuvimos reunidos en lo de Eduardo III. El lugar resultó muy grato. No sufrimos a multitudes bulliciosas atragantándose con reggaetón o acunando a mocosos chillones; tampoco tuvimos que digerir a María Marta Serralima o al Puma Rodriguez. Un gran avance. El lugar resultó tranquilo, sin estridencias, con un café y una copa helada siempre a mano y, cosa extraña, con una pequeña biblioteca amurada en una esquina y una colección de libritos que vendían a un peso con cincuenta en la caja. Un lujo. La reunión empezó con nosotros cuatro, los que fuimos:Analis, Emilio, Guille y Javier, pero después se fueron sumando otros compañeros. El primero que llegó fue un amigo de Emilio. Al principio todo bien, parecía normal, pero cuando todos nos pedimos un helado el sacó un librito de la mochila y se lo empezó a comer; después, cuando todos nos quedamos mirándolo con cara de póquer, el loco nos contó que desde hacía un tiempo se había vuelto bibliófogo, es decir, comía libros, acompañado con salsas, picantes y aderezos, pero libros al fin. Nos contó su historia, se desojó, mientras se manducaba una versión recién traducida de La Biblia. Pero Guillermo también fue acompañado de una sobrina, o una primita lejana. La piba era un poco rara, se la pasó toda la tarde en un rincón saboreando un helado y conversando con su abuela que, según nos contó Guille, se había muerto hacía más de un año. Javier también fue con un niño, un pariente lejano que se muere y se vuelve a morir de otra manera cada vez que nos juntamos. El pibe no entendió un carajo de todo lo que hablamos porque solo hablaba hebreo; igual creemos que la pasó bien tocando el violín junto a la mesa durante toda la tarde. Y ya sobre fin Analis nos presentó a una amiga recién llegada del Norte que tenía más problemas que Jaque. Era muy simpática, panadera ella; nos llevó unas facturitas de copetín que resultaron ser deliciosas. La piba no paró de hablar de su vida, de sus amantes, de sus amigos de su familia, de sus quilombos. En fin, la verdad es que la pasamos muy bien, y seguimos con la idea de juntarnos en un par de semanas en el mismo lugar. Les invitamos a sumarse, y también a traer a sus amigos, aunque sean medios extraños (neuróticos, salvajes, sonámbulos, inmorales o ingenuos, entre otras manías) igual serán bienvenidos… Abrazo, les avisamos.
sábado, 26 de septiembre de 2009
Sobre la juntada
Hola gente.
La cosa es asi: Nos podemos juntar en la heladeria tranquilamente; solo q a las 20.30 funciona ahi mismo (los primeros viernes de mes) un club de lectura.
La otra es ir y cuando comienza el coso loco de lectura nos vamos a otro lado o lo damos por terminado (habrian pasado dos horas).
Ana Liz me dijo q podemos contar con el especio siempre q queramos, justo se dio esta casualidad.
Votamos por opciones? ideas?
Atte, Emilio
lunes, 21 de septiembre de 2009
ENCUENTRO PASADO Y NUEVO
VIERNES 2/10 - 18 HS - en la heladería EDUARDO III (estamos buscando un lugar tranqui y fijo para ya quedar)
Confirmen si podrán ir.
Si bien no llegamos a nada definitivo, dijimos que empezaríamos a probar algunos experimentos de escritura colectiva. Salió lo siguiente: Escribir un cuento que contemple los siguientes ítems:
- que suceda en una BIBLIOTECA
- que sea DE NOCHE
- NADIE MUERE (!)
- algún personaje debe tener un DEFECTO
Supongo que nada es restrictivo, es para ver qué sale. Traten de llevar algo, lo que sea, para leer y seguir con lo que veníamos haciendo. Seguiremos con eso y con los proyectos. Confirmen asistencia.
Saludos!!
jueves, 17 de septiembre de 2009
Juntada el viernes y programa de radio el sábado.
Uno:Este viernes (mañana) a las 18 tenemos agendado un encuentro en Long Play. Creo que es una buen oportunidad para planificar un antología o algún proyecto literario por el estilo en conjunto. Por favor confirmemos asistencia.
EL sábado a las cuatro de la tarde Facundo Mercadante me invitó a su programa de radio en la UTN para hablar de literatura. La sección se llena "Flora y Fauna" y está destinado a presentar escritores medocinos. Me pareció que estaría bueno que fuéramos tres de nosotros como grupo. Lo consulté con Facundo y no tuvo problema. Si les parece el viernes podríamos definir quiénes iríamos.
También deberíamos organizarnos para posibilitar que Vicente venga para la feria del libro.
En fin, Varios temsa para charlas el viernes, además de leer textos.
viernes, 11 de septiembre de 2009
Nota Diario El Sol

Escritura compartida
Autores mendocinos participaron en un taller de creación narrativa becados por el Fondo Nacional de las Artes y hoy son parte de un colectivo. Junto a su guía, Vicente Battista, cuentan sus vivencias, sus búsquedas y las proyecciones de un camino que recién comienza.
Hace unos meses, el Fondo Nacional de las Artes seleccionó y becó a jóvenes autores mendocinos para que integraran un taller de escritura narrativa. Vicente Battista, un escritor de enorme trayectoria, viajó mensualmente desde Buenos Aires a Mendoza para guiarlos en la travesía. El taller quedó conformado por Emilio Zieba (estudiante de Medicina), Pablo Altare, Guillermo Severiche, Diego Niemetz y Vanesa Funes (profesores de Lengua), Geo Vachelli (estudiante secundaria), Silvio Mashad (arquitecto), Javier Ávila (comunicador social), Lalo Vega (miembro del Cricyt) y Victoria Urquiza (estudiante de Letras). El sábado 5 de setiembre, el grupo se reunió por última vez y accedió a charlar sobre esta fecunda experiencia con El Sol.
http://www.elsolonline.com.ar/noticias/view/escritura_compartida
lunes, 7 de septiembre de 2009
La justificación de Pilatos (Silvio)
La justificación de Pilatos
| |
|
|
Cualquiera sabe que no se resuelve el problema
de un mendigo (de un mendigo auténtico) con un peso
o un pedazo de pan: solamente se resuelve el problema
psicológico del señor que compra así, por nada, su
tranquilidad espiritual y su título de generoso”.
Ernesto Sábato
El túnel
-Entonces, definitivamente no recuerda haber devuelto las herramientas.
Por cuarta vez, el fiscal hacía hincapié en esa pregunta que había obtenido repetidas veces la misma respuesta negativa.
El silencio era un pesado manto de plomo que cubría todo en la sala. Una incalculable muchedumbre se agolpaba entre los espacios de las sillas disponibles prestando una atención incandescente.
El fiscal no podía ocultar su trastorno, pues el testigo estaba empecinado en mantener su posición. El sudor ya comenzaba a aparecerle entre los poros; un suave haz de luz le hacía brillar la punta de aquella prominente nariz. Sus ojos abiertos con fuerza, tratando de abarcar un panorama un poco más amplio. La lapicera giraba en su mano derecha y el gemelo de fantasía hacía malabares para no caer. Todos sus intentos por hacerlo trastabillar parecían ser insuficientes.
—No— volvió a responder el hombre sentado indemne en el banquillo en completo dominio de todas sus facultades.
—Perdone que sea insistente, pero voy a reiterar la pregunta pues necesito dejar muy claro este punto. A pesar de todos mis intentos de refrescar su memoria —irónicamente —, usted NO consigue recordar si devolvió las herramientas.
—No— con seguridad.
—Lo que indica que probablemente estén todavía en su poder.
Murmullos.
—Depende de las probabilidades.
—¿Podría ser más explícito?
—Si se tiene en cuenta que he buscado incansablemente repetidas cantidades de veces, y que no he logrado hallar las herramientas…
—No ha contestado la pregunta. Insisto y corrijo: teniendo en cuenta que ha buscado las herramientas y que no las ha encontrado, y que de todas maneras NO RECUERDA —poniendo énfasis en estas dos palabras y continuando con tranquilidad— haberlas devuelto, ¿cabe la posibilidad de que todavía estén en su poder?
Murmullos.
—En realidad yo lo veo desde otro punto de vista.
El fiscal trató de disimular su cólera y agregó hablando entre dientes.
—Explíquenos su punto de vista, por favor, pero seguidamente conteste la pregunta.
—No recuerdo no haberlas devuelto tampoco.
—Sea más explícito por favor.
El testigo se acomodó en el borde de la silla, se inclinó un poco acercándose al micrófono, lo golpeó con su dedo índice y vibró un sonido agudo en la sala; acto seguido, habló así:
—Teniendo en cuenta que he buscado las herramientas y que no las he encontrado, y que a pesar de ello no recuerdo claramente haberlas devuelto, cabe aún la posibilidad de que no estén en mi poder.
El fiscal ya no podía aparentar tranquilidad. Con paso firme y una expresión colérica se acercó al testigo y cara a cara le inquirió casi gritando:
—¡No ha contestado a mi pregunta todavía! ¿Voy a tener que repetírsela? —lo enfrentó para intentar hacerle cometer ese error tan esperado.
—Usted quiere escuchar lo que yo no puedo decirle—, con calma y seguridad—. No voy a pagar por errores que no he cometido, ni voy a cargar costales que no son de mi granero. Que cada uno se haga cargo de las responsabilidades a las que ha echado mano, yo asumiré mis compromisos y usted, sus dudas. Ya he respondido su pregunta.
Murmullos.
La taquígrafa, con símbolos ilegibles, anotó rápidamente aquella frase tan clara.
http://www.scribd.com/share/upload/15393614/25wufr2vp42pvvveyhob